Me encantaría poder duplicar las horas del dia para poder hacer todo lo que tengo en la cabeza. Este deseo se incrementa cada vez que me conecto y veo tantos proyectos, DIY, propuestas,... Me gustaría poder dejar de lado mis obligaciones y ponerme manos a la obra y llevar a cabo al menos alguno de ellos (y no me quejo, que hoy me ha cundido el día una pasada y lo que me queda).
A veces, cuando esa idea que nos ronda la cabeza tiene un destinatario al que sabemos que va a hacer muy feliz el resultado de nuestro esfuerzo, es cuando sacamos tiempo de donde no lo hay y ponemos en práctica nuestros conocimientos, nuestras ganas y pasión por sacar adelante el proyecto.
Y esto es más o menos lo que le sucedió a mi amigo Gabi (ese tío tan apañado que tiene las lámpara-botellas que os hablé aquí) cuando decidió que él podría construirle a su hija Iria su propia bici de aprendizaje en madera.
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No le falta detalle: hasta le ha pirograbado una libelula y una flor. |
Estas bicis sin pedales ayudan a los niños a aprender a mantener el equilibrio en la bici sin tener que ponerles los ruedines extras (esos que siempre recordaré y que me hicieron tanto sufrir...). Así el siguiente paso, cuando empiezan a pedalear, ya tienen seguridad subidos a la bici.
Gabi le ha dedicado su tiempo a estudiar las bicis del mercado para diseñar la suya y poner en marcha el proyecto, incluso ha realizado algunas mejoras estructurales respecto a las modelos comerciales.
Seguro que Iria, recordará siempre esta bici hecha por su papá, a su medida, con una decoración sólo para ella y sobre todo, fabricada con mucho amor.
¿Y vosotros que proyectos tenéis entre manos? Yo muchos, a ver si termino alguno para poder enseñaroslo.
P.D. Gabi, espero que te gusten los retoques que les he hecho a tus fotos. Un besazo!